Vigésimo Primer Capítulo: Confiá en mí

Los chicos entraron a nuestro departamento, si no lo hubiese visto no lo creería.
-Perdón por el desorden, chicos.- dijo Phoebe.
-No, no hay problema.- dijo Sergio.
Volteé a ver a Gonzalo, quien me devolvió la mirada con una sonrisa.
Los chicos se dirigieron al sofá y tomaron asiento.
-Quieren algo de tomar o de comer?- preguntó Phoebe.
-No, gracias. Estamos bien.- dijo Sergio, hablando por ambos.
Gonzalo se levantó de su asiento y se dirigió al balcón que quedaba junto a la sala.
-Levantarte de la nada no es común- dije para mis adentros.
Me levanté de mi asiento y lo seguí, me acerqué a la puerta, apenas asomandome.
-Te levantás así nomás?- dije.
-Me llamó la atención la vista.- dijo.
-Sí. Está linda.- dije acercándome a él.
La vista era del centro de la ciudad, lo que más captaba la vista era el Santiago Bernabéu que se podía ver no muy lejos, pero tampoco muy cerca, o eso sería un problema para Phoebe.
-Sólo hay algo más lindo que esta vista.- dijo.
-En serio? Qué cosa?- dije.
-Vos.- dijo viendome a los ojos y sosteniendo mi mano.
Pude sentir como mi cara se ruborizaba.
-Apenás me conocés.- le dije.
-Pero siento como si te conociera hace mucho.- dijo - Siento esta extraña conexión, como si estuvieses hecha para mí, sólo para mí.
Todo dentro de mí experimentaba cambios, pasaba de estar roja como un tomate a estar a punto de llorar. Eso no podía estar pasando, mucho menos a mí.
-No...- dije negando con mi cabeza.
-No qué?- dijo.
-Cómo sé que no me estás mintiendo? Que le decís eso a cualquier chica, sólo para ligartela?- dije viéndolo a los ojos.
-Miráme a los ojos y confiá en mí. - dijo sosteniendo mi mentón.
Confiar en el, al menos trataría de, pero y sí resultaba lastimada? Confiarle mi corazón a alguien no era mi cosa favorita, no si resultaba lastimada, no sí luego mi corazón terminaba roto y yo destrozada.