viernes, 31 de diciembre de 2010

Décimo Noveno Capítulo: Conexión

Y ahí estaba yo, en un club al que había sido practicamente arrastrada, con las manos de Gonzalo Higuaín rodeando mi cintura. No sabía que hacer, si avalanzarme sobre el y besarlo apasionadamente o quitarme sus manos de encima y salir huyendo, era bastante obvio que no sabía manejar la presión. No tuve tiempo de pensar que hacer porque me vi interrumpida por él:
-Vamos a un lugar más privado - dijo.
Fue ahí cuando tomó mi mano y empezó a llevarme a la parte más oscura del club, creo que era la sección VIP, cuando a la mitad del camino encontré a Phoebe.
-Hey! Llevo ratos buscándote! En dónde estab... OH! YA VEO!- dijo cuando vio a Gonzalo sujetando mi mano. -Bueno, yo quería presentarte a alguien -
Se asomó un chico alto, de pelo castaño hasta el hombro...
-JAJAJA! Tú también tienes compañía?- se dirigió a Gonzalo.
El acompañante de Phoebe resultó ser nada más y nada menos que Sergio Ramos.
Phoebe se acercó a mí.
-Te dije que valía la pena venir- susurró en mi oído.
Me reí discretamente y le susurré de vuelta,
-No tengo idea de que hacer... Ayudáme!!-
-Tranquila, dejámelo a mí- dijo.
Se acercó a Sergio y a Gonzalo...
-Ufa chicos! Disculpen... Pero ya nos tenemos que ir.- les dijo.
-No, quedense otro rato- dijo Sergio tomando las manos de Phoebe.
-Sí, quedáte. - dijo Gonzalo dirigiendo su mirada hacia mí.
Debo admitirlo esa mirada me mató.
-Lo sentimos chicos, pero de veras tenemos que irnos- dijo Phoebe.
-Bueno, las llevamos? - dijo Gonzalo.
-A mi me parece, a vos? - me preguntó Phoebe.
-Claro por mí está bien. - dije.
Gonzalo volvió a sujetar mi mano, llevándome a donde tenía su carro estacionado, Phoebe iba de la misma manera con Sergio.
Casi morí cuando vi el carro de Gonzalo, me fascinan los carros así que cuando vi ese Audi r8 me dio un pequeño ataque por dentro. Gonzalo abrió la puerta del co-piloto.
-Adelante- dijo.
Entré y luego el abrió la puerta del piloto, tomo asiento y encendió el carro, inmediatamente empezó a sonar una cumbia horrible, digo horrible porque ese sin duda no es mi género favorito.
-Me indicás por donde es, okay?- dijo.
-Sí, sí. Yo te digo. - le sonreí.
Hubo un pequeño silencio que luego se vio interrumpido por su hermosa voz.
-Acabo de darme cuenta, todavía no sé tu nombre. - dijo.
-Amm... Adda - le dije.
-Adda? Que lindo nombre- dijo.
Me sonrojé. Podía sentir esa tensión entre nosotros, era tan intensa, como una conexión. Extraño, no? Una conexión con Gonzalo Higuaín. Ni siquiera yo veía esa venir...

martes, 28 de diciembre de 2010

Phoebe

Bueno, al menos por hoy, no voy a postear ningún capítulo por algunas razones que después les cuento.
En fín el asunto de este post es que Phoebe también se hizo una fic, en la que ella cuenta su lado de la historia :)
Sería buenísimo que la siguieran así que acá les dejo el link de su fic Pensando con mi corazón; Asimilando con mi mente.
La verdad está más que buena y yo no puedo esperar a que publique un nuevo capítulo, así que SÍGANLA, SÍ?

Yo mañana estoy de vuelta con el capítulo 19.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Décimo Octavo Capítulo: Estoy soñando?

Entre recorridos y luego de comprar reservas para la alacena nos dieron las 6:30 de la tarde. Decidimos comer algo rápido antes de salir y después nos arreglamos. Ambas llevábamos jeans, yo una blusa blanca y Phoebe una azul, ambas con chaquetas, ya que esa noche había frío era conveniente abrigarnos, pero no mucho ya adentro del club era muy probable que no lo hubiera.
Nos tomó mucho tiempo lograr entrar al club, pero luego de que Phoebe insistiera por más de media hora logramos entrar, adentro el lugar estaba abarrotado, apenas logramos hacernos paso a la barra del club. Phoebe decidió alejarse un momento para encontrar a alguien con quien socializar.
-Gracias por dejarme sola! - le grité mientras se alejaba.
Me hizo señas de que esperara mientras se mezclaba entre el gentío. Fue ahí cuando escuché su voz...
-Me estás siguiendo o algo? - preguntó.
-Disculpá? - dije dándome la vuelta.
Casi me dio un infarto cuando vi quien me estaba hablando.
-No, para nada. De hecho nunca antes te había visto- dije tratando de recobrar el aliento.
-Pues parece como si me estuvieras siguiendo- dijo.
-No, no. Te juro que no te estoy siguiendo- le aclaré aún en estado de shock.
-Bueno, es una lástima, porque sos la acosadora más linda que he tenido- dijo acercándose a mí.
Estaba por empezar a hiperventilar. No todos los días se te acerca Gonzalo Higuaín y se te insinúa. No quise parecer tarada y le seguí el juego.
-En serio? Nah, aparte ya te dije que no soy tu acosadora. - le dije.
-Estás segura? Primero te tropezás conmigo en Argentina y ahora me seguís también en España. Si, sos una acosadora.- dijo.
Argentina? No entendía de que estaba hablando. No recordaba haberlo visto durante mi corta estadía en Buenos Aires y mucho menos haberme tropezado con el. Luego recordé...
-VOS?! - le dije con tono de sorpresa.
-Jajaja! Nunca me hubiese olvidado de esa cara tan linda. - dijo sosteniendo mi mentón.
No sabía que hacer. Quería que alguien me pinchara para saber si era un sueño, si lo era, era un sueño del que no quería despertar.
-Pero... Cómo?- dije.
-Uh! Te urgen los lentes- me dijo - Bailamos? - me dijo tomándome por la cintura.
-Cla, claro! - le dije.
Aún no podía creer que eso me estaba pasando.
Me llevó a la pista de baile aún sujetándome por la cintura.
-Si no sos mi acosadora. Qué hacías en Argentina y ahora en España?- preguntó.
- Estaba de paso, era el cumpleaños de una amiga. Acá en España tengo una beca - le dije.
-Chica estudiosa, eh? - dijo.
-Un poco - dije. - Disculpáme, soy pésima bailando, de hecho no me gusta- le dije.
-Entonces por qué siempre estás en clubes? - preguntó.
-Mi amiga me convence de ir- le dije.
-Vení que yo te convenzo un poco más - dijo acercándose a mí.

Décimo Séptimo Capítulo: Explorando

Desperté, eran las 7:20 am. Phoebe aún no despertaba, así que decidí encender la televisión y hacer "zapping", la mayoría de los programas eran noticias y programas culturales, por lo que busqué algo interesante que ver, pero no tuve resultados.
Me levanté del sofá y fui a bañarme, generalmente me tardaba mucho bañándome por lo que supuse que Phoebe ya que estaría despierta para cuando saliera de bañarme, y así fue, salí del baño y Phoebe estaba haciendo "zapping".
-Creéme, no hay nada bueno que ver- dije.
-Ya me di cuenta - dijo y apagó la televisión. - Yo también me voy a bañar. - dijo.
Se dirigió a su cuarto y luego al baño.
-Te parece si salimos a desayunar después? Así empezamos nuestro tour - le dije.
-Sí. Está bien -dijo.
En el tiempo en que nos bañamos y terminamos de arreglar algunas cosas dieron las 9:00 am. Salimos del departamento y recorrimos algunas calles y luego encontramos un bello restaurante en el que decidimos desayunar. Pedí un omelette y Phoebe tostadas francesas. Mientras comíamos Phoebe soltó una bomba...
-Más tarde vamos a un club - dijo.
-Ay no! No me digás que me vas a llevar de fiesta en fiesta estos dos meses - le dije.
-No. Esta vez es para socializar. - dijo. - Que mejor manera de conocer España, que con españoles!.
-Agh. Un día de estos me vas a matar. - le dije sarcásticamente.
-Por favor! Quien sabe! Tal vez conocés a un español sexy- dijo.
-Ay Phoebs! Vos tenías que ser- le dije.
-No seás aguafiestas! - dijo.
-Solo esta vez, okay? - le aclaré.
-Okay!- dijo sonriendo.

Terminamos de comer, pagamos la cuenta y seguimos con nuestro recorrido.

Décimo Sexto Capítulo: Santiago Bernabéu

Luego de bajar del avión y recoger el resto de nuestras maletas, abordamos un taxi que nos llevaría al que sería nuestro departamento mientras vivíamos en España. Un departamento lo suficientemente grande para las dos.
Finalmente llegamos a la residencia, le pagamos al taxista y subimos a nuestro departamento, éste estaba en el segundo nivel de edificio en el centro de Madrid. Habíamos mandado algunos muebles y otras de nuestras pertenencias unos días antes, por lo que no fue sorpresa encontrar varias pilas de cajas en lo que sería la sala del departamento. Nos acomodamos, elegimos nuestros cuartos y abrimos algunas de las cajas para hacer todo más "hogareño".
Nos sentamos con Phoebe en el sofá y nos quedamos hablando un poco sobre nuestros planes. Lo primero era buscar un trabajo, ya que el departamento por obvias razones no iba a pagarse solo.
-Starbucks! - dijo Phoebe.
-Ah? Starbucks? - le pregunté.
-Sí! No son muchas horas de trabajo y bueno, hasta donde sé, la paga no es mala. - dijo.
-Bueno, yo había pensado en conseguir una entrevista para trabajar en "AS". - le dije.
-Y eso qué es? - preguntó.
-Es un periódico deportivo. - le dije - Tal vez consiga trabajo como asistente o mensajera- dije.
-Okay. Yo voy a Starbucks. - dijo.
-Vamos! Te consigo una entrevista también - le dije.
-Mmm... Lo voy a pensar. - dijo.
-Okay. Que conste, eh? - le dije. - Me voy a dormir, estoy cansada.
-Okay. Yo me quedo otro rato despierta. Feliz noche! - dijo.
-Gracias! Igual! - le dije.
-Te parece si salimos a explorar la ciudad mañana?- preguntó.
-Sí! Me parece!- le dije.
Disponíamos de un buen tiempo para conocer Madrid a fondo, nuestro semestre empezaba en enero, por lo que teníamos dos meses para asentarnos material, emocional y económicamente. Phoebe y yo habíamos ahorrado una buena cantidad de dinero que al llegar a España cambiamos por Euros. No era mucho, debido al tipo de moneda, pero era lo suficiente para un mes. Había algo en lo que quería gastar un poco de dinero, una entrada para un partido del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, siempre había sido mi sueño ver un partido del Madrid, especialmente en tan hermoso estadio, desde chiquita mi sueño había sido conocer el estadio. Tristemente no podría hacerlo, al menos no hasta el mes siguiente, cuando ya estuviéramos bien asentadas. No importaba, ya había esperado durante unos 15 años, unos días más no iban a matarme. Llamé a mis papás para hacerles saber estábamos bien y me fui a dormir con la imagen del Santigo Bernabéu en mente. 

martes, 21 de diciembre de 2010

Décimo Quinto Capítulo: Madrid

Justo cuando terminé de leer el libro Phoebe despertó.
Después de un largo bostezo - Hola - dijo. 
Yo también bostecé, siempre que alguien bostezaba yo solía bostezar, era contagioso supongo. - Buenos días - le dije 
-Ya llegamos? - preguntó aún soñolienta. 
-No. Faltan... - revisé mi celular - unos veinte minutos- le dije. 
-Hace cuánto estás despierta? - preguntó. 
-Hace unas cuatro horas más o menos - le dije. 
-Y qué hiciste en todo ese tiempo?- preguntó. 
-Leí- le respondí, alzando el libro. 
-Todo?! - preguntó. 
-Me faltaban 440 páginas - le dije. 
Nos interrumpió una voz que dio las instrucciones de abrocharse los cinturones. Nos los abrochamos y en ese momento supimos que estábamos en Madrid. El avión aterrizó y toda la gente aplaudió. El piloto anunció nuestro arribo y agradeció por haber escogido la aerolínea. 
Poco después Phoebe y yo nos levantamos de nuestros asientos, sacamos nuestras maletas de los maleteros y bajamos del avión. 
Oficialmente estábamos en España. 

Décimo Cuarto Capítulo: Cuatro horas

Una turbulencia me despertó.
Hacía unas horas habíamos dejado el aeropuerto. Tanto Phoebe como yo estábamos cansadas por lo que al momento de abordar el avión y ubicarnos en nuestros asientos quedamos dormidas. No sabía exactamente en que parte del trayecto íbamos, pero ya me sentía ansiosa de llegar a nuestro destino. Aunque debo decir que doce horas de vuelo eran la parte menos emocionante del viaje.
Llamé a una de las azafatas.
-Disculpe. Podría decirme exactamente cuanto tiempo nos queda para llegar a Madrid? - le pregunté.
-Con gusto. - revisó su reloj - faltan aproximadamente cuatro horas- me respondió con un tono amable.
-Okay. Muchas gracias - le respondí.
-De nada. Se le ofrece aluna otra cosa? - preguntó.
-No, estoy bien. Gracias - le respondí.
Había estado dormida ocho horas.
-Wow! Si que estaba cansada - pensé para mis adentros.
Faltaban cuatro horas más de vuelo y no sabía en que gastar ese tiempo. Volver a dormir no era una opción, había dormido lo suficiente y mi delineador había empezado a correrse por mantener los ojos cerrados tanto tiempo. En los televisores del avión pasaban una película, "Mr. & Mrs. Smith", odiaba esa película así que quedarme a verla tampoco era otra opción. En ese momento recordé que llevaba mi libro a medio leer en el bolso, me levanté de mi asiento y extendí el brazo hacia el maletero, lo abrí y saqué mi bolso. La carátula del grueso libro era lo que más destacaba adentro de mi bolso. "Los mitos de Cthulhu" escrito con letra grande de color amarillo definitivamente llamaba la atención, lo saqué del bolso y lo abrí en la página en la que me había quedado la última vez, la 210.
-Perfecto!- dije para mis adentros.
El libro constaba de 650 páginas así que era el método perfecto para matar esas cuatro horas restantes.
Empecé a leer y me encerré en mi propio mundo.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Décimo Tercer Capítulo: Adiós

Seguía recostada en la cama, sin nada que hacer y esperando a que mis nervios desaparecieran. En ese momento Phoebe salió del baño.
-Qué hacés?-preguntó.
-Amm...Nada.-le respondí.
-Todavía no te pasan los nervios?-preguntó.
-No. - le respondí.
-Y por qué no escuchás música?- me dijo.
-Estoy guardando la carga para el viaje- le respondí.
-Ya estoy lista. Bajamos?- preguntó.
-Sí. Llevás todo?- le pregunté.
-Sí, vos?- preguntó.
-Sí. Entonces bajemos. - le dije.
Bajamos a la entrada de la casa, subimos nuestras maletas al carro y nos dirigimos al aeropuerto.
-Ojalá regresés a visitarme - dijo Flor - Bueno, las dos - se corrigió a si misma y luego nos sonrió.
-O bien, vos venís a visitarnos - le dije.
-Veremos quien visita a quien primero- dijo.
-Es una apuesta - le dije.
-Sí! Que sea una apuesta - dijo.
-Hey! Y a mí no me van a invitar? - dijo Federico.
-Sí, buenas? - dijo Phoebe.
-AJAJAJAJAJA! - solté una gran carcajada.
-Ah? dijeron Flor y Federico.
-Nada. Que con gusto estás invitado- le dije aún riéndome.
-Tu tono sigue sin convencerme- dijo.
-Nah. No le hagás caso a Phoebe. Estás invitado, podés llegar cuando se te plazca - le dije.
Me sonrió, le sonreí de vuelta. Tenía que admitirlo, su sonrisa aún me volvía loca, lo había olvidado a el, pero aún no lograba reponerme a su sonrisa. Tenía una sonrisa tan perfecta, era una de esas sonrisas honestas y contagiosas, de aquellas que te vuelven loca. Rápidamente volteé mi vista hacia otra dirección, no quería sentirme envuelta por el o por su sonrisa.
-Bueno, llegamos señoritas- dijo Lautaro.
Nos bajamos del carro y recibimos nuestras maletas de mano de Federico.
-Bueno, chicas. Suerte con su nueva vida y ojalá todo salga mejor de lo esperado- dijo Flor.
Nos envolvimos en un largo abrazo.
-Te voy a extrañar - le dije.
-Yo también- me dijo.
Ambas soltamos unas lágrimas. - Hey! Que conste que la apuesta sigue en pie. - le dije, secándome las lágrimas. Me sonrió y abrazó a Phoebe. -Fue genial haberte conocido- le dijo.
-Igualmente!- le dijo Phoebe.
Me dirigí hacia donde estaba Federico y lo abracé.
-Sabés que sí estás invitado a visitarnos- le dije.
-Ok. Gracias- me dijo.
-Si vas, tal vez vamos a ver un partido- le dije sonriendo.
-JAJA! Con gusto- dijo- Adiós. - me volvió a abrazar.
-Adiós.- le dije.
Les agradecimos a los Bolatti por habernos acogido y los abrazamos por última vez.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Décimo Segundo Capítulo: Ugh. Nervios

Habíamos llegado a casa de Flor.
Phoebe y yo decidimos irnos a dormir, pues ya era tarde y nuestro vuelo salía temprano el día siguiente.
No pude pegar un ojo en toda la noche debido a los nervios. Sin embargo no podía decir lo mismo de Phoebe, ella cayó dormida inmediatamente, lo único que escuché durante toda la noche fueron sus ronquidos. Creo que éstos de alguna manera tranquilizaron mis nervios y eventualmente me ayudaron a caer dormida.

Desperté al día siguiente, con los mismos nervios traicioneros del día que dejé Guatemala. Odiaba esos nervios, siempre me ponían a temblar y me ponían helada de la cabeza a los pies.
Como pude me metí a la regadera, Phoebe aún no despertaba.
Salí de bañarme y Phoebe ya estaba despierta y entusiasta como siempre.
-Estás lista?!- dijo
-Supongo que sí.- le dije bostezando. Sentí un pequeño escalofrío en la espalda que me hizo temblar un poco.
-Estás bien?- preguntó
-Sí. Estoy bien- le dije- Por lo que veo son los nervios porque se nota que no tenés frío.
-Creo que sí. Porque yo estoy bien y sigo calientita- me dijo
-Hahahaha! Ok. Ugh! Tontos nervios- dije
Phoebe se metió a bañar y ya que las maletas estaban hechas decidí llamar a mis papás; fue ahí en donde recordé las tres horas de diferencia y que en Guatemala aún eran las 3:00 am.
-Qué podré hacer ahora?- dije para mis adentros
Sin dudas no voy a tratar de descifrar al dueño de la misteriosa voz nuevamente, sería una total perdida de tiempo y en mi estado de nerviosismo no me haría muy bien sabiendo como me pongo con todos esos asuntos.
En momentos así me hubiese puesto a tocar guitarra, piano o a escribir alguna canción o algo. Pero el ruido que podría causar era un problema, además de que nadie en la casa de Flor tocaba el piano así que eso quedaba omitido.
Decidí hacer lo que siempre hacía cuando estaba aburrida y sin nada que hacer. Tirarme en la cama y mirar al cielo mientras mis pensamientos me consumían, al igual que mis nervios.

Décimo Primer Capítulo: Último día

Mientras salía aún trataba de descifrar de quien era esa voz.
Juraba haberla escuchado antes o al menos eso creía. Nunca antes había estado en Argentina por lo que podía suponer que nunca antes me había encontrado con el. 
Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que Phoebe me estaba hablando. 
-Hey! Me escuchás? Estás bien? Contestáme!- dijo
Salí abruptamente de mis pensamientos. 
-Ah? Sí, sí. Estoy bien- le dije
-Qué tanto pensabas?- preguntó
-Nada, nada. Olvidálo- le dije
-Humm. Bueno?- dijo un tanto confundida. 
Ya íbamos en el carro a mitad de camino cuando decidí no seguir con mi interrogante, tantas preguntas y suposiciones me iban a volver loca. 

Llegamos a la casa de Flor y fue ahí cuando puse mis pies y cabeza en la tierra y recordé que está era mi última noche en Argentina. Mañana estaría en un avión en camino a Madrid. 





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Bueno, decidí hacer este capítulo súper corto para poder avanzar más rápidamente a los siguientes. 

viernes, 3 de diciembre de 2010

Décimo Capítulo: Chau Bonita

Terminé de bañarme y empecé a arreglarme. Me puse un vestido corto azul marino, de tirantes, bastante simple a decir verdad, con unos zapatos negros altos, me enrulé el pelo y me maquillé.
Phoebe también terminó de arreglarse, ella llevaba unos jeans negros, blusa blanca, chaqueta negra y botas cafés. Ambas estábamos listas.

Fuimos al cuarto de Flor para ver si ella también ya estaba lista.
-Knock, knock- dije
-Sí. Ya voy- dijo apresurada.
-Ya estás lista?- le pregunté desde el otro lado de la puerta.
-Ya!- dijo abriendo la puerta.
Ella llevaba un vestido strapless corto de color morado con zapatos negros altos, llevaba el pelo recogido y una tiara.
-Sí pudiera chiflar, te chiflaría- le dije.
Phoebe y Flor se rieron.
-Bueno, nos vamos?- dijo Flor.
-Sí. - dijimos Phoebe y yo.
Federico se iba a encargar de llevarnos al club que habían alquilado. Debo decir que me sentía un poco incomoda con eso, pero al menos me alegraba no ir en el asiento de copiloto.

El viaje fue algo callado, exceptuando nuestras ocasionales y breves pláticas sobre maquillaje y ropa.
Finalmente llegamos, era un club bastante grande pero Flor y sus amigos habían reservado una parte de el para poder celebrar en privado. A decir verdad me sentía algo abrumada, yo no era una persona fiestera, más bien yo prefería ir a una plaza a tomar café y leer un buen libro. Pero ya que Flor era como una hermana para mí, accedí a colarme en su fiesta, no podía decepcionarla ni hacerla sentir mal y bueno, un momento de fiesta no me iba a matar.

La noche estuvo bastante animada. Tanto Flor como Phoebe lograron sacarme a bailar arrastrada a la pista de baile, y no sólo ellas sino también el primo de Flor, Santiago. Un chico alto de pelo negro y ojos verdes azulados, él fue el único que no necesitó de rogarme para sacarme a bailar, puesto que el era simplemente hermoso.

Y así, entre baile y ruegos, la noche llegó a su fin. Phoebe, Flor y yo fuimos las últimas en retirarnos. Justo cuando nos íbamos recordé que había dejado mi bolso.
-Oh! Dejé mi bolso!- les dije- Voy a buscarlo, ya las alcanzo!- les dije regresando por mi bolso.
-Pero apuráte!- dijo Phoebe.
-Sí, sí. Yo las alcanzo!- le grité.
Regresé a donde estábamos y recogí mi bolso. En el camino de vuelta por accidente me tropecé con alguien.
-Lo siento- le dije alzando la vista.
No pude distinguir muy bien su rostro ya que el lugar estaba algo oscuro, pero su voz sí me resultó familiar.
-No. Disculpáme vos a mí. - dijo- Yo devería de disculparme por latimar a una chica tan linda- dijo.
-No. No me lastimaste- le dije.
Su voz aún me resultaba familiar. Sí tan solo el lugar estuviera iluminado.
-Linda? Apenas se mira acá adentro. - dije
-Tal vez te hacen falta unos lentes, porque yo miro perfectamente- dijo
Tenía razón, no usar lentes esa noche fue una mala decisión. Nunca los uso cuando salgo a fiestas así que no pensé que esta fuese una excepción.
-Y si venís muy feo?!- gritó Phoebe desde la puerta.
-Me voy. Bye. - le dije
-Chau bonita!- dijo
Me dirigí a la puerta.
-Por qué no te apurabas?! - me dijo Phoebe.
-Lo siento. Me tropecé con alguien- le dije
-Va. Vamonos- dijo
-Okay. - le dije

Aún me quedaba la duda. Qué había sido eso? Quién era el responsable de mi tropiezo? Y por qué su voz me resultaba tan familiar?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Noveno Capítulo: Qué dijo?

Me sentía abrumada y confundida.
-WOW! Me dije a mí misma y seguí haciendo lo que había interrumpido.

Phoebe salió de bañarse en ese momento.
-Qué pasó? Escuche que alguien estaba hablando. - dijo confundida.
-Sí. Federico entró y quiso que hablaramos- le aclaré.
-Y QUÉ TE DIJO?!- preguntó (más bien gritó).
-Shhhh! Calláte! Te va a escuchar!- le dije a regañadientes.
-Perdón- dijo- qué te dijo?- volvió a preguntar, casi susurrando.
-JAJA- me reí discretamente- Quería hablar sobre 'nosotros'- le dije haciendo comillas con los dedos.
-OOH!- dijo sorprendida.
-Nada importante la verdad- le dije.
-Bueno, yo no creo que no sea importante. No terminaron de una buena manera y arreglar las cosas no sería una mala idea- me dijo
-Esque no hay nada que arreglar- le dije- Yo seguí adelante con mi vida. Lo 'nuestro' ya fue, y se lo dejé claro- le dije.
-Qué fue lo que le dijiste?- preguntó con cara seria.
-Lo que te acabo de decir.- le respondí.
-Qué no sentías nada por el y que 'you've move on'?- dijo.
-Sípo- le dije, fingiendo que prestaba atención a la pantalla de mi laptop.
-No finjás que no me prestás atención y que no te importa todo eso del asunto de Federico- me dijo seria
Me quedé viendola con cara de confundida.
-Esque no me importa- le dije
-Por favor! Yo sé que sí- me dijo a regañadientes
Era la primera vez que veía a Phoebe así. Así de interesada en un tema de mi vida.
-No Phoebs! No me importa!- dije - No pienso arruinar mis planes involucrándome con el OTRA VEZ, sólo para terminar con mi corazón roto OTRA VEZ. - le dije
Se quedó en silencio por un largo rato.
Suspiró- Bueno, está bien.- dijo, sin expresión en su cara.
-Estás bien?- le pregunté- Te ofendí o algo?- dije preocupada.
-No. Es que no lo había visto de esa manera- dijo.
-Oh. Segura que no es otra cosa?- le pregunté.
-Segura!- me dijo. Su cara pasó de inexpresiva a una gran sonrisa.
-Okay...- le dije.
Me abrazó y me dijo- Sabés que yo estoy acá para cualquier cosa- .
-Sí, gracias Phoebs. Sabés que yo también- le dije.
-Bueno! Andáte arreglando que ya nos vamos a ir- me dijo
-Sí, sí.- le dije.

Apagué la laptop y fui a bañarme y arreglarme para el que sería mi último día en Argentina.