Justo cuando terminé de leer el libro Phoebe despertó.
Después de un largo bostezo - Hola - dijo.
Yo también bostecé, siempre que alguien bostezaba yo solía bostezar, era contagioso supongo. - Buenos días - le dije
-Ya llegamos? - preguntó aún soñolienta.
-No. Faltan... - revisé mi celular - unos veinte minutos- le dije.
-Hace cuánto estás despierta? - preguntó.
-Hace unas cuatro horas más o menos - le dije.
-Y qué hiciste en todo ese tiempo?- preguntó.
-Leí- le respondí, alzando el libro.
-Todo?! - preguntó.
-Me faltaban 440 páginas - le dije.
Nos interrumpió una voz que dio las instrucciones de abrocharse los cinturones. Nos los abrochamos y en ese momento supimos que estábamos en Madrid. El avión aterrizó y toda la gente aplaudió. El piloto anunció nuestro arribo y agradeció por haber escogido la aerolínea.
Poco después Phoebe y yo nos levantamos de nuestros asientos, sacamos nuestras maletas de los maleteros y bajamos del avión.
Oficialmente estábamos en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario