lunes, 20 de diciembre de 2010

Décimo Tercer Capítulo: Adiós

Seguía recostada en la cama, sin nada que hacer y esperando a que mis nervios desaparecieran. En ese momento Phoebe salió del baño.
-Qué hacés?-preguntó.
-Amm...Nada.-le respondí.
-Todavía no te pasan los nervios?-preguntó.
-No. - le respondí.
-Y por qué no escuchás música?- me dijo.
-Estoy guardando la carga para el viaje- le respondí.
-Ya estoy lista. Bajamos?- preguntó.
-Sí. Llevás todo?- le pregunté.
-Sí, vos?- preguntó.
-Sí. Entonces bajemos. - le dije.
Bajamos a la entrada de la casa, subimos nuestras maletas al carro y nos dirigimos al aeropuerto.
-Ojalá regresés a visitarme - dijo Flor - Bueno, las dos - se corrigió a si misma y luego nos sonrió.
-O bien, vos venís a visitarnos - le dije.
-Veremos quien visita a quien primero- dijo.
-Es una apuesta - le dije.
-Sí! Que sea una apuesta - dijo.
-Hey! Y a mí no me van a invitar? - dijo Federico.
-Sí, buenas? - dijo Phoebe.
-AJAJAJAJAJA! - solté una gran carcajada.
-Ah? dijeron Flor y Federico.
-Nada. Que con gusto estás invitado- le dije aún riéndome.
-Tu tono sigue sin convencerme- dijo.
-Nah. No le hagás caso a Phoebe. Estás invitado, podés llegar cuando se te plazca - le dije.
Me sonrió, le sonreí de vuelta. Tenía que admitirlo, su sonrisa aún me volvía loca, lo había olvidado a el, pero aún no lograba reponerme a su sonrisa. Tenía una sonrisa tan perfecta, era una de esas sonrisas honestas y contagiosas, de aquellas que te vuelven loca. Rápidamente volteé mi vista hacia otra dirección, no quería sentirme envuelta por el o por su sonrisa.
-Bueno, llegamos señoritas- dijo Lautaro.
Nos bajamos del carro y recibimos nuestras maletas de mano de Federico.
-Bueno, chicas. Suerte con su nueva vida y ojalá todo salga mejor de lo esperado- dijo Flor.
Nos envolvimos en un largo abrazo.
-Te voy a extrañar - le dije.
-Yo también- me dijo.
Ambas soltamos unas lágrimas. - Hey! Que conste que la apuesta sigue en pie. - le dije, secándome las lágrimas. Me sonrió y abrazó a Phoebe. -Fue genial haberte conocido- le dijo.
-Igualmente!- le dijo Phoebe.
Me dirigí hacia donde estaba Federico y lo abracé.
-Sabés que sí estás invitado a visitarnos- le dije.
-Ok. Gracias- me dijo.
-Si vas, tal vez vamos a ver un partido- le dije sonriendo.
-JAJA! Con gusto- dijo- Adiós. - me volvió a abrazar.
-Adiós.- le dije.
Les agradecimos a los Bolatti por habernos acogido y los abrazamos por última vez.

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